En el nuevo año 2024, todas las personas generan sus expectativas para abrigar la esperanza de un año nuevo, con resultados positivos a distintos niveles y temas. Así mismo es un clamor en toda la población el superar los males sociales que nos aquejan como país. Sabemos que vivimos una hipercrisis de valores éticos y del debilitamiento de las instituciones naturales como la familia que por diversas razones se van alejando de las buenas practicas de la convivencia, el buen diálogo, el disfrute de los espacios familiares.
La llamada postmodernidad, nos ha traído muchas novedades y comodidades tecnológicas, la tendencia a lo rápido, fácil, y lo múltiple en lo que va de opciones. Pero nos ha infectado de varios virus a nivel de pseudo conductas negativas, convertidas y arraigadas en hábitos nocivos, que han desnaturalizado las cosas elementales como:
1.- El disfrute del buen diálogo.
2.- El empoderamiento del vínculo entre las personas, el arte de saberse escuchado, acogido y valorado por las interacciones naturales de las personas en sus espacios de relación social.
3.- Lo natural, simple, cotidiano que en los tiempos anteriores eran pieza clave de las ocurrencias y las anécdotas y el disfrutes de las conversas familiares y amicales.
Hoy se va diluyendo, vs un modo artificial de falsa conversación desnaturalizada, en la que hacemos uso de dispositivos, llamados modernos, y en las que nos secuestra y captura con nuestra atención y nos mantiene moviendo los dedos y mandando figuritas de reemplazo grosero a las reales emociones, sentimientos y vivencias.
Esta practica rara, desnaturalizante, le llaman modernidad, chateo, rechateo y el wasapeo. A ello le sumamos, el uso de filtros, voces artificiales, y monadas de todo tipo, en la que el anonimato extendido y exagerado, sienta las bases de la criminalidad, de la vulneración de los espacios personales, etc, etc.
Creo que nos corresponde aprender a convivir con los aportes de la tecnología y hay un claro llamado a empoderar estas practicas humanizantes de nuestras de relacionarnos. Como dicen los que saben toda exageración desmedida, termina mal.
Entonces tenemos el compromiso que en el 2024, podamos generar los correctivos del caso, en lo que corresponde a la COMUNICACIÓN. Los niños, adolescentes y jóvenes de la nueva generación, requieren de referentes válidos, para tomarlos en cuenta en su modificación de conducta.
Los peruanos, merecemos mejores condiciones de vida, y eso depende del compromiso de cada uno de nosotros, de hacerlo posible.
Mg. Mirko Raul Quispe García
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